El antiguo arte chino del
feng shui traducido literalmente como“viento y agua” es cada día más conocido
en todo el mundo, sobre todo a medida que las personas perciben que su entorno puede
ser una fuente de recursos donde cuidar y mejorar sus vidas.
La geomancia china
se aplica a la arquitectura, la decoración, el diseño de interiores, las
construcción de jardines, elementos acuáticos e incluso el urbanismo. Muchas de
las características del feng shui están basadas en principios lógicos y
estéticos donde el sentido común y la búsqueda de la belleza son muy
importantes, además existen otras variables que se sirven de los ciclos de
tiempo o las líneas magnéticas de la tierra.
Los consultores de
feng shui aplican generalmente este arte a la mejora de la salud, los
ingresos económicos, la capacidad de estudio o el encuentro de mejores
relaciones ya sean personales o comerciales, etc. Para los sabios taoístas
el feng shui tiene su propio marco de actuación, englobándose dentro de lo que
se llama “suerte de la tierra”,
es decir la influencia del entorno sobre la vida de las personas. Además de
esta influencia se tiene en cuenta lo que ellos llaman el Qi del cielo (características innatas
desde el nacimiento) y el Qi del
hombre (su esfuerzo, dedicación y tesón personal). Como
puede verse el Qi de la tierra es un factor que interfiere en los demás pero
no es un hecho final y absoluto, por tanto el feng shui ha de verse como
una interrelación o ayuda a otros factores, no como una panacea que subsana en
forma mágica todos nuestros problemas.
En las siguientes líneas
vemos algunas ideas sobre aspectos que podemos tener en cuenta al acercamos por
primera vez a este arte, el feng shui como cualquier otra rama de
conocimiento esta sujeto a diversas prácticas. Sin entrar en demasiados
tecnicismos podemos recopilar aquí algunos comentarios sobre su práctica
actual.
El feng shui es arte
muy antiguo y sus prácticas profundas. Algunas personas confunden sus principios
con rituales o supersticiones propias de la cultura china o una decoración
oriental, otros se aprovechan comercialmente para vender todo tipo de fetiches
y artículos extraños, no necesariamente útiles para su práctica. Encontrar una
vivienda atestada de borlas rojas, monedas chinas, patitos mandarines,
cristales u otros objetos no siempre significa tener un buen feng shui.
Aunque es cierto que en
feng shui pueden utilizarse algunos artículos como surtidores de agua, ciertos
elementos naturales y otros objetos su práctica no puede reducirse únicamente a
comprar objetos para arreglar distintos problemas, en general los principios
mas importantes tienen que ver con la distribución física, los recorridos de
energía, la orientación magnética, el uso y actividad de las estancias y que lo
que llamamos factor tiempo.
Un buen practicante del
arte puede recomendar la construcción de una vivienda en un momento de tiempo
dado, elegir una zona física saludable, orientar las vistas y puerta principal
hacia una dirección magnética concreta, aconsejar a nivel interno la mejor
ubicación de pasillos, puertas y ventanas y además decidir los colores,
materiales y elementos más apropiados a cada estancia de la casa y sus
habitantes. Todo ello puede pasar desapercibido para un observador externo que
busque elementos u objetos muy “concretos”, el verdadero feng shui debe
conocerse más por sus efectos que por su apariencia externa, aunque hay
hechos sobre las “formas” que son analizados visualmente.
El feng shui se nutre de la
mayoría en su raíces de conceptos utilizados en la filosofía china como la
palabra Qi o Chi sinónima de energía. El feng shui se
sintetiza en promover la circulación de la energía favorable en contra del
concepto de energía negativa o enferma. También se estudia el equilibrio entre
el yin y yang (los polos energéticos opuestos), la correcta distribución de los
5 elementos (fuego, tierra, metal, agua y
madera), la influencia de las 8 direcciones y sus trigramas, las ramas
terrestres y troncos celestes, etc. Estos principios se aplican a la medicina
china, el Tai Chi, las artes marciales y al conocimiento chino en general.
Si quieres realizar un
estudio de feng shui el consultor debería al menos usar una brújula de
precisión para ubicar las direcciones de su espacio, calcular los periodos de
construcción y/o reformas más propicios, preguntar sobre las fecha de
nacimiento de los habitantes, observar atentamente las formas interiores y
exteriores del lugar y con ello elaborar una carta geomantica que incluya
observaciones sobre la evolución en el tiempo del espacio y los consejos para
su mejor equilibrio. En la vida moderna actual un estudio de feng shui es
recomendable que este acompañado de la observación de posibles problemas de
contaminación electromagnética, materiales y lectura de las alteraciones en el subsuelo.
En última instancia el consultor de feng shui ha de observar cualquier elemento
de su entorno que sea de interés para la verdadera mejorar de su hábitat o
lugar de trabajo.
Para terminar tenga
en cuenta al aplicar el feng shui principios como el orden, la limpieza y la
vitalidad que emana de su entorno, recuerde que el feng shui tiene en sus
puntos mas esenciales la búsqueda de belleza.
Editado por Jaume Agost